
Sobre el cimiento del cortejo del veloz viento, he tenido que tocar el cielo sobre el cual he visto mis sueños volar.
Nunca ame tanto mi libertad como ahora y el remolino del verde pensamiento que rodea mi cabeza. Tome mis telas de esperanzas y subí la colina de la oscura insipidez para abrir mi vuelo al deseo, los sueños y la vida…
Una vida que no encadenara mis congruencias al pesado y gris camino, una vida que vera crecer mis alas para poder subir a ese cielo, donde las mas grandes promesas se han cerrado, para tocar aquel frágil cristal y escuchar los colores del cielo en su prima esencia, y sentir en aquella mirada radiante la creación, de tu mundo, mi mundo.
Nunca ame tanto mi libertad como ahora y el remolino del verde pensamiento que rodea mi cabeza. Tome mis telas de esperanzas y subí la colina de la oscura insipidez para abrir mi vuelo al deseo, los sueños y la vida…
Una vida que no encadenara mis congruencias al pesado y gris camino, una vida que vera crecer mis alas para poder subir a ese cielo, donde las mas grandes promesas se han cerrado, para tocar aquel frágil cristal y escuchar los colores del cielo en su prima esencia, y sentir en aquella mirada radiante la creación, de tu mundo, mi mundo.