Quiero la precaución de tomar lo correcto sin sentir lo ligero del mundo y moverme entre sus tensas hebras, sin tratar de tocar nada, comienzo a descifrar la telaraña del sentido del libertario y del sonriente simpatizante del sistema.
Coartado por el núcleo fundamental de nuestra sociedad, tomo la primera convocatoria a mi conciencia de seguir y sonreír, la sonrisa tranquiliza al encuestador, mientras avanzo el camino y las puertas se van abriendo a mis delcazos pies.
Cansado de hipocresías y las magnificas vidas narradas en cada esquina, tomaré el primero descanso, me sentare en la sombra mientras aquellos tejedores miran desde sus altas guaridas, con sombra de metal y viento de platico, a los subyugados peatones.
En esta enfermiza sociedad tumoriana, donde mirar a los ojos de alguien mientras caminas es un tabú y pedir un favor es un formulario, comienza la decadencia en su apotegma, luz y belleza. Me pondré de pie y brindare por aquello que renace, y avanzaremos juntos, hacia un futuro, no condicional, haremos que las manecillas del reloj giren hacia su lado contrario, nos desharemos del tiempo y los mapas políticos con sus grandes divisiones territoriales, brindaremos, no por los logros, si no por el mar y el cielo… por la vida, por el amor y la igualdad…
Todos queremos llegar hasta el final de cada camino, pero todos coincidimos que la vida es circular, después de pensar eso me detuve… respiré, cerré mis ojos, seguí caminando sin mirar hacia atrás, completamente sumergido en el tabú social y la represion…
Y el mundo sigue girando...
